El objetivo es “brindar acceso a productos reutilizables de gestión menstrual, a niñas y a adolescentes, de entre 11 y 15 años, que concurren a establecimientos educativos primarios y secundarios públicos del partido de Coronel Rosales, en condiciones de vulnerabilidad social. Las escuelas destinatarias serán seleccionadas junto con las autoridades educativas de la jurisdicción”, comenzó, en diálogo con EcoMedios, la decana de la Facultad de Desarrollo Local y Regional de la UPSO, Juliana Tomassini.
Con la iniciativa, además, se pretende lograr mayor visibilidad para la menstruación, sensibilizar a la comunidad sobre las desigualdades que provoca en la población, capacitar en el uso y fabricación de productos menstruales reutilizables y entregar en los talleres a realizar en las escuelas, dichos artículos.
“Estamos en la etapa de adquisición de los insumos. Ya hemos trabajado sobre la moldería y la técnica de producción para las toallitas higiénicas reutilizables que es lo que van a fabricar los y las estudiantes, y junto al Rotary vamos a diseñar los talleres para visitar las escuelas, para hacer las charlas de sensibilización, las capacitaciones y la entrega de los materiales. Siempre en articulación con la autoridades educativas del distrito y de cada establecimiento escolar”, explicó Tomassini.
Por otro lado, la “desigualdad provocada por las dificultades de acceso así como la problemática ambiental ocasionada por la proliferación de productos descartables”, serán también abordados por el proyecto, al igual que la problemática de la “imagen negativa, que persiste al día de hoy, respecto a la menstruación, cómo logró establecerse ese relato, cómo funcionó en distintas culturas, y cómo influye en la actualidad”.
Desigualdad social y económica
Respecto a la población destinataria del proyecto, se calcula que entre el 10% y el 20% de los días de clases que pierden las niñas y adolescentes, ocurren por no contar con los productos necesarios y, o las condiciones sanitarias en las escuelas. “La menstruación es un factor de desigualdad social y económico para la mitad de la población que transita este acontecimiento fisiológico”, destacó la iniciativa.
Asimismo, “la demanda de productos menstruales es de primera necesidad y no se suele hablar del costo económico que esto conlleva ni de los problemas que genera no poder acceder a ellos”. Además, “una inadecuada gestión menstrual puede ocasionar infecciones, infertilidad e incluso la muerte”.
Para finalizar, y sobre la propuesta que también apunta a la problemática ambiental que genera la utilización de productos descartables, Tomassini afirmó: “Estamos muy entusiasmados. Esperamos poder iniciar, antes del mes de julio, alguna de las actividades de sensibilización”.
Cabe destacar que, según los datos que refuerzan las condiciones de desigualdad de niñas, adolescentes y mujeres, siete de cada diez mujeres en el mundo son pobres; las mujeres ganan 23% menos por la misma tarea que los varones; el 37% de las trabajadoras del país están precarizadas; el 58% de los hogares tienen al menos una mujer en edad reproductiva; y, el costo anual de menstruar en 2021 se estimó en 3233 pesos, utilizando toallas higiénicas descartables, y 4172 pesos si se utilizan tampones.