De esa manera, el Centro de Políticas Públicas de Educación, Comunicación y Tecnología de la UNQ, fue el encargado de diseñar dos cursos: “uno auto administrado, es decir que no tiene tutorías ni docentes, destinado a toda aquella persona que ingrese al sistema de ciencia. Dentro de la cantidad de papeles y trámites que necesita acreditar, será obligatoria la aprobación de este curso de sensibilización. Está contemplado para unas ocho horas de cursada”, explicó la también investigadora de dicho Centro.

Y, por otro lado, el segundo “tiene un plan de trabajo distribuido a lo largo de ocho semanas, con una clase teórica por semana y un encuentro sincrónico, con tutorías. Tenemos una primera instancia de implementación para 500 participantes, que estará distribuido en dos cortes y, entre aquellos, se dividirán en cinco aulas”, destacó.

Abordaje de las violencias por motivo de género

Respecto a los ejes de ambas capacitaciones, Elbert sostuvo que se trata de cuatro, entre los que el primero está relacionado con “los Derechos Humanos, asociado a legislación nacional e internacional. Qué se viene haciendo, de dónde viene y cómo llegamos a la Ley Micaela; el segundo de perspectiva de género, que va de la mano del tercero, que tiene que ver con violencias, y en ambos nos metemos muy de lleno en el mundo de la ciencia y la tecnología”.

“El último eje es de políticas públicas: lo que se hace a partir de la obligatoriedad de la Ley y, en particular, lo que vienen haciendo cada uno de estos organismos descentralizados y el ministerio. Para todos los ejes, además de producirse material didáctico propio, hay también una serie de videos testimoniales de referentes de cada una de estas áreas”, dijo.

Para finalizar, y consultada respecto al trabajo realizado, afirmó: “Que hayan confiado en el Centro de Políticas Públicas de la UNQ, para la producción, el diseño y la implementación de esta política pública, como así también en la experiencia de 23 años de la Universidad virtual de Quilmes, para que sean cursos que se den en plataformas virtuales, en educación a distancia, y en los 8 años que tiene el programa de Género de la Universidad, fue un desafío para el Centro, una puesta en valor de todo el trabajo que venimos realizando”.

Además, “esto nos permite tener vínculos, relaciones y visibilidad hacia otros organismos y ministerios, para poder llevar adelante este tipo de políticas públicas, contenidos y de articulaciones necesarias para construir en equipo y de manera colaborativa, en este caso, un curso y una normativa tan profunda, importante y necesaria como es la Ley Micaela”, finalizó.

Cabe destacar que los cursos de capacitación surgen  de un convenio entre MINCyT y la UNQ con el objetivo de ofrecer herramientas teórico, prácticas, para avanzar en constituir un sistema científico más justo, diverso y libre de violencias.