La propuesta formativa busca que “el maestrando y la maestranda adquieran recursos para poder ser investigadores de las realidades que se espera sean más bien las que transitan. También se dirige a quienes están insertos en esas prácticas para que tengan más capacidades para pensar y puedan escribirlas”, comenzó, en diálogo con El Portal de las Universidades, el director de dicha maestría, profesor Javier Di Matteo.
Enmarcada en la Educación Popular, responde también a un déficit que se plantea en aquella área: “hay mucha experiencia y poco conocimiento construido al respecto. Suceden muchas cosas pero la gente no las escribe. La tarea de investigación tiene que ver con indagar en profundidad en las experiencias para poder construir un conocimiento que sea compartible, más sistemático, que permita que otros lo puedan adquirir y sumar a sus propias vivencias”, dijo.
De origen presencial, característica que se vio alterada por la pandemia, hoy cuenta con algunas propuestas virtuales. “Las personas que se inscriben desde el interior del país tienen que viajar a Buenos Aires, pero menos de lo planteado inicialmente que era todos los últimos fines de semana. Está pensado para trabajadores y trabajadoras, entonces tiene seminarios intensivos en épocas de vacaciones y dictados jueves, viernes y sábados, no más de una vez al mes”, detalló.
Según experiencias anteriores, una de las características más interesantes tiene que ver con el alumnado. “Se ha acercado gente de todo el país, con mucha variedad de experiencias valiosas y diversas. Esto genera un clima muy intenso de intercambio y de complementación. Hay gente que trabaja en cárceles, en movimientos campesinos o urbanos, con recicladores, en escuelas primarias y secundarias. Es una combinación donde ocurren diálogos difíciles de encontrar en otra parte”, sostuvo.
Saberes transformadores y participativos
Para muchos autores, la Educación Popular se define como una corriente latinoamericana, “pero es una experiencia, un movimiento social que surge alrededor de la década del 60. Es un conjunto de prácticas que se dan en simultáneo en casi todos los países y que empiezan a confluir en prácticas que tienen que ver con propiciar que los sectores, generalmente excluidos de los sistemas educativos, en contexto de fuerte desigualdad, asuman mayor protagonismo en el curso de la vida social”, explicó.
En ese sentido, “construida como un aporte a potenciar esos procesos, en base a profundizar la capacidad de reflexión, diálogo y difusión de los sectores populares, sostiene que cuanta más gente está discutiendo y pensando la realidad, más posibilidades tienen de participar en los procesos de transformación. Hoy está identificada con el pensamiento crítico, el aporte a los procesos de movilización y la participación”, agregó.
Por su parte, la UNLu, “tiene una de las tradiciones más antiguas en materia de educación de adultos y popular. Cuando se creó, antes de su cierre por la dictadura, tenía una orientación hacia la educación de adultos y una impronta muy fuerte de dirigirse hacia los sectores populares, para construir una institución que no sea solo de las clases medias”, subrayó.
Cuando la universidad se recuperó, no solo le dio fuerza al “cuerpo del conocimiento muy particular en ese campo, sino que también acompañó al equipo de trabajo que ya estaba conformado y, por ejemplo, hay una carrera de profesorado en Enseñanza Media de Adultos y una orientación en la carrera de Ciencias de la Educación”, finalizó.
Para más información al respecto, los y las interesadas pueden visitar la página oficial de la maestría, o escribir con consultas a la dirección de correo [email protected].
