Un trabajo a favor de los niños y niñas migrantes

Laila Moliterno Abi Cheble egresada de la Universidad Nacional de Tucumán contó cómo a partir de los dictámenes de dos cortes internacionales, buscan proteger esas infancias.
Un trabajo a favor de los niños y niñas migrantes

La abogada graduada en la Facultad de Derecho, especialista en derechos humanos y con una maestría en derechos de niños migrantes, Laila Moliterno Abi Cheble, contó sobre la difícil situación que atraviesan las infancias que migran sin el acompañamiento de un padre o tutor y lamentó que la cifra crezca cada año.

Moliterno Abi Cheble señaló que en los procesos migratorios los niños deben adecuarse a los requisitos de estados soberanos y que carecen de documentos, “entonces lo importante es que no sean criminalizados. Los niños migrantes muchas veces son tratados como si cometiesen un delito y no es un delito migrar. Terminan siendo perseguidos por la policía como un modo de disciplinamiento”, señaló. Y agregó que el derecho llega tarde a tratar de regular situaciones que ya acontecen y enfatizó que es importante asistirlos porque son vulnerables a violaciones de derechos humanos, a casos de abusos y de violencia.

La especialista en derechos humanos sostuvo que es necesario que la opinión pública y los medios de comunicación se vuelvan sensibles al tema de los niños migrantes. “Migrar involucra riesgos y oportunidades de una mejor educación y de un mejor nivel de vida, pero también implica muchos riesgos. Por eso, el Estado debe tener un papel reforzado en su protección”, agregó.  Y afirmó que el tema de los niños migrantes debe ser debatido, que hay iniciativas de ONGs que buscan elaborar documentos amigables y producir el encuentro entre la academia y la protección efectivo de esos niños.

Y de acuerdo con los últimos datos de UNICEF, en 2020 se registraban 36 millones de niños migrantes no acompañados y aclaró que la cifra es incierta porque no existe un registro oficial. Sostuvo que el número viene en crecimiento más aún en contextos de guerras, como la de Ucrania, o de vulnerabilidad económica, como la que se vive en Venezuela.

La abogada investiga la situación de los niños que cruzan fronteras solos, a partir del estudio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Europea. “Estudiar este tema es acompañar historias difíciles y el diálogo entre ambos tribunales puede beneficiar a estos niños, sin importar que una corte sea más antigua que la otra, lo importante es cómo se complementar”, puntualizó.

Fuente e imagen: Medios UNT Universidad Nacional de Tucumán

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